
En la actualidad, existe cierta resistencia al cambio en las organizaciones. Estas, se enfrentan al gran reto de mantener la competitividad en un mercado bastante cambiante. Los avances tecnológicos, económicos y sociales que se viven alrededor del mundo y, la versatilidad a través de la cual, fluye la información, obliga a las empresas a incluir cambios frecuentes para lograr adaptarse a las nuevas contingencias.
Los cambios se transforman en un estado constante de alteración de los procesos y, mucho más si se ven precipitados por el entorno y sus variaciones. Esta variabilidad produce incertidumbre en dichas organizaciones y en sus miembros, quienes pueden verse influenciados tanto positiva como negativamente. Pues, dependerá de la actitud con la cual sea afrontado el cambio.
¿La actitud más común en estos casos?
“RESISTENCIA”.
¿Qué es la Resistencia al Cambio Organizacional?
Se denomina resistencia al cambio en las organizaciones a todas aquellas situaciones, en las cuales, las personas deben modificar ciertas rutinas o hábitos profesionales, pero se niegan de forma consciente o inconsciente por temor a realizar algo nuevo o diferente.
Un ejemplo bastante simple para visualizar la resistencia en las organizaciones, se basa en los recientes cambios que se han generado a raíz de la Pandemia Covid_19. Las consecuencias de la Pandemia han actuado como un torbellino a nivel mundial y, esto ha tomado por sorpresa a muchas organizaciones que no se encontraban lo suficientemente preparadas para asumir cambios de una forma tan drástica en tan poco tiempo.
Con respecto a lo anterior, me refiero a teletrabajo, asumir nuevas tecnologías para mejorar la interacción, distanciamiento social, digitalización, modificación de turnos y horarios, son algunos de los cambios a los que se han enfrentado las organizaciones. Estos cambios vienen acompañados de diversas reacciones asociadas a la resistencia, pero ¿De dónde proviene esa resistencia?
Origen de la Resistencia al cambio
Es posible que la resistencia al cambio sea generada por los miembros de la organización, que existan líderes que no se encuentren preparados para la transformación, o incluso que sea la misma organización la que se resiste a cambiar por miedo a lo desconocido, pero la verdad es, que las organizaciones deben estar enfocadas a realizar el esfuerzo de implementar pequeños cambios continuamente para mantener su competitividad en el mercado y, en vez de visualizar estos cambios como enemigos, deberían hacer un cambio de pensamiento para tener la visión de transformarlos en oportunidades de mejora, ya que estos forman parte del proceso.
Algunas de las actitudes de la resistencia al cambio organizacional son:
Existe una lista innumerable de actitudes para resistirse al cambio. Sin embargo, he listado las anteriores clasificadas en 3 categorías: “Trabajador”, “Líder” y, “Organización”, considerando que dichas actitudes en general pueden cruzarse o producirse en cualquiera de las categorías mencionadas. Lo interesante en este caso, es que el responsable de gestionar el cambio debe ser una persona con una actitud abierta para asumir la situación y, gestionarla de la forma más simple posible.
A continuación, menciono algunos pasos que este responsable puede considerar para empezar a afrontar y, liderar el cambio:
- Escuchar y mostrar empatía.
- Generar información de hechos, necesidades y objeto del cambio.
- Reducir incertidumbre e inseguridad.
- Aumentar la credibilidad.
- Hallar la causa raíz de la resistencia.
- Evitar imponer el cambio.
- Promover la participación e integrar a los involucrados.
- Establecer beneficio común.
- Plantear el Ganar-Ganar.
- Realizar cambios continuamente.
¿Qué hacer para disminuir la resistencia al cambio?
Para lograr un cambio que perdure en el tiempo, disminuyendo al máximo la resistencia, es necesario establecer metas claras, promover la participación de los involucrados y hacer que estos se sientan comprometidos con las actividades a ejecutar. Otro factor que juega mucha importancia en el proceso, es la herramienta de la comunicación. A través de la comunicación, se podrá informar ¿Qué se desea lograr?, ¿Qué se hará para lograrlo?, ¿Cómo se hará? y, ¿Por qué se hará de esa forma?.


¿Y, tú? ¿Cómo enfrentarías un cambio? ¿Qué agregarías a estas líneas si te correspondiera tomar una decisión de cambio en tú organización?
¿Eres de los que se resisten? o ¿Prefieres liderar el cambio?.
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¡Hasta la próxima!
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